Cabinas de reuniones para viajeros de negocio

 
Isabel Gordoa
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Los hombres de negocios requieren de un espacios privados para trabajar, aún y cuando se encuentren en un aeropuerto o en otra ciudad, por lo que varias empresas ofrecen servicios que les facilita realizar su labor.

La empresa Napbox, en colaboración con la compañía ByHours, ha abierto una cabina para reuniones en las oficinas de Barcelona Tech City, donde trabajan miles de profesionales.



“Esta sala de reuniones permite que los coworkers puedan disponer de un espacio donde tener reuniones de dos o tres personas, llamadas o videoconferencias en un entorno equipado, los cuales se pueden utilizar por periodos de 15, 30, 45 ó 60 minutos”, explica la empresa.

En los aeropuertos es donde más se requieren espacios privados donde estos viajeros puedan realizar reuniones, videoconferencias y llamadas de manera privada.

La reserva de la sala se puede hacer anticipadamente desde la app de Napbox, eligiendo fecha, hora, tiempo de uso de la cabina de 15, 30, 45 minutos ó una hora y ubicación. Después, se genera un código QR que permite acceder a la sala.

La reserva “in situ” también es posible desde la pantalla táctil en la puerta de la cabina siguiendo los mismos pasos que en la reserva vía app.

De momento, esa cabina de reuniones se encuentra disponible gratuitamente para los profesionales que trabajan en el Barcelona Tech City.

Munich a la vanguardia

De hecho, el aeropuerto de Munich también acaba de estrenar sus propias cabinas de reuniones, en la terminal 2 (puerta 06, nivel 4, en el área que se encuentra tras el control de seguridad).

Esas cabinas se dirigen a los pasajeros que necesitan un lugar tranquilo para reuniones o llamadas telefónicas, y que pueden reservar inmediatamente, usando la tarjeta de crédito.

La cabina ocupa ocho metros cuadrados, está insonorizada, puede albergar a cuatro personas alrededor de una mesa, dispone de enchufes, acceso a internet y cortinas para mayor privacidad.

Usar esa cabina cuesta 15 euros los primeros 30 minutos y cinco euros por cada media hora adicional. El pago se realiza directamente en la cabina.

La MeetingCab facilita al usuario entrar y salir cuantas veces quiera mediante un código. Por ejemplo si el usuario quiere ir al baño, puede salir de la cabina y volver a entrar usando ese número.

Según explica la empresa, cada vez que ha finalizado el período de reserva de un cliente, una persona se encarga de limpiar la cabina y dejarla lista para el siguiente usuario.

El proyecto, en fase piloto durante este primer año, ha sido desarrollado por la empresa que también ha creado las “NapCabs”, minicabinas para echar siestas y descansar en los aeropuertos.

 



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