Un homenaje a la cultura de México

 
Corina Tlali Ortega
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Con música en vivo y danzas de distintas regiones de México, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández invita a disfrutar de su temporada de verano 2018, que tendrá una única función de gala, en la que participarán la primera bailarina Elisa Carrillo y la Compañía Nacional de Danza, el próximo 18 de julio en el Palacio de Bellas Artes.

El montaje tendrá más de 150 artistas en escena, quienes presentarán al público la danza de Los Matachines, la magia imitativa llegará con La danza del venado.



La puesta incluye piezas tradicionales provenientes de Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Michoacán y Guerrero; el escenario se llena de baile y música con una charreada, mientras un bailarín realiza manganas y zapatea; el mariachi en vivo será parte de ese tributo a la cultura mexicana.

Elisa Carrillo, originaria de Texcoco, Estado de México, es la primera mexicana en la historia del ballet del país, que ha logrado ser primera bailarina en la compañía Staatsballet de Berlín, y ahora compartirá escenario con el Ballet Folklórico de México y la Compañía Nacional de Danza para dar vida a la pieza Sones antiguos de Michoacán, entre otras.

Para el director esto representa un momento muy importante, ya que la puesta en escena integra a la Compañía Nacional de Danza y a Elisa Carrillo, dos instituciones de la danza en México, que logran en conjunto un proyecto cultural de excelencia que tendrá como sede el icónico Palacio de Bellas Artes, y cuyo repertorio retomará las celebraciones del centenario de Amalia Hernández, bailarina, coreógrafa y fundadora del Ballet Folklórico en 1952.

“Nos presentamos desde hace 60 años en el Palacio de Bellas artes, es una institución de importancia internacional que alberga 600 personas, y en la cual, hemos recibido 45 millones de espectadores”, comentó Salvador López, director del Ballet.

Cien funciones, cien ciudades

El año pasado inició la gestión de un proyecto que busca llevar a las zonas con menos recursos del país un programa de danza, con el propósito de que las personas tengan acceso a la cultura y puedan disfrutar de un espectáculo de calidad.

La meta de la compañía es acercar el espectáculo del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández a las pequeñas comunidades y a la gente que se encuentra alejada de las capitales y que no tiene acceso a pagar un boleto en un teatro o que no tiene las posibilidades de transportarse a una ciudad. Ese es el objetivo del proyecto Cien funciones, cien ciudades, que iniciará el próximo año.

Fotos: Ballet Folklórico de México.

“Queremos llevar a la gente un montaje con 200 artistas, en un escenario digno para presentar un espectáculo de primer nivel y provocar un sentimiento de identidad y de orgullo por ser mexicanos”, añadió el director.

La calidad y la disciplina, sumar tecnologías, dinámicas y música, han sido las claves para mantener un nivel de excelencia y cumplir 65 años sobre los escenarios de México y el mundo, dijo López, y al ser la danza una promoción a nuestra cultura, es una disciplina que tiene que ser obligatoria en las escuelas.

Para López es una obligación del ballet y de las instituciones, que la cultura no únicamente sea accesible al público sino que se involucre con el pueblo, y eso es algo que la compañía puede lograr, porque desde su punto de vista, el ballet emerge de la cultura popular de México. “Tenemos la obligación de regresar, lo que Amalia Hernández ha creado”, concluyó.



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Periodista

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